Crónicas de Plinio el Joven (II)

El mundo es ancho, y el ser humano tiene a llenarlo, a ocuparlo todo. Ocurrió hace 200 años en las junglas de Andrade, al este del mundo, cuando Fúster de Belén las descubrió y explotó en la construcción de la mayor flota jamás vista y que le sirvió para dominar el mar que aun que lleva su nombre. Ocurrió hace 100 años en los Pozos Fríos, cuando el primer rey de Hifernia puso allí el pie y declaró la guerra marcial sobre sus ocupantes originales. Y ocurrió hace un par de años con el nuevo continente descubierto, que los expertos se encargaron en bautizar como la Tierra Roja, por connotaciones obvias.

La diferencia esta vez fue la velocidad con que sucedió la colonización y ocupación. Quizás ayudó que detrás de los cuatro primeros llegados, les siguieran otras tantas naciones, que más que por imitación o ansias de poder, por temer perder un estatus económico o la opción de conquistar nuevos territorios, fue por pura y llana venganza. Por cumplir la eterna promesa que tantas veces se oyen al pie de las murallas de las ciudades más poderosas cuando estas no pueden ser tomadas: ¡No me detendré hasta matarte, aunque para ello tenga que ir al fin del mundo!

En efecto así fue. Cuando Carkrof Onac embarcó, a la semana Sonhefer de Hifernia ya se había hecho con varias naves y había salido en su búsqueda, cumpliendo la promesa de venganza familiar.
No fue el único. Francus de Tiranolandia desplegó un pequeño ejército que hábilmente su general Mólar manejó en la toma de Tuteán, con el saqueo de un par de poblados y de los puertos, con lo que puedo más tarde pudo abastecer regularmente sus huestes en pos de Ràmeu más allá del mar.

Tardaron un poco más en llegar los payasos del recién fundado reino de Fastfut. Dados al nomadismo, parias antes sin tierra que habían hecho fuerza común fundando un reino dominado por la obesidad, la malnutrición y el raquitismo. Malabaristas maquillados de mil colores, cual pavos de Andrade, con locura congénita, cuya única cruzada era la de instaurar el anarquismo alimentario, comidas sin florituras, al igual que los primeros humanos del mundo.
Cabe resaltar que no todos llegaron al inicio con malas intenciones… los hubo que llegando con buena fe cambiaron de idea, viendo que las mismas injusticias de las que huyeron en su tierra natal se cumplían ahora en el nuevo mundo. Violando derechos. Quebrantando lazos sagrados. Rompiendo las reglas. No fueron los que más, pero sus acciones fueron importantes en el curso del asentamiento en la llamada, no sin razón, Tierra Roja.

Comentarios

  1. Aixxxx los fasfuts esos..... y los de hifernia y venga mas. yo te he enviado el turno mas largo por mi parte de todo el juego

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  2. Se va habé un follón, ke no sabe doooonde sa metio!!! XDDDDDD

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