Cronicas de Plinio el Joven (I)


Por orden de Hammer, el gran rey de los Prisios, se redacta el siguiente documento, contando en el los hechos acontecidos durante el reinado de Hamdor “el Entierraovejas”, que tanta confusión y preocupación trajeron en su momento. Yo, Plinio el Joven escriba de Hammer, hijo de Plinio el Viejo escriba de Hamdor, lo redacto así:

Crónica Primera: Hacia el nuevo mundo (1500)

El primero en llegar parece ser que fue Carkrof Onac “el aterraldeas”, en nombre del rey de Vhyking. Este astuto estratega llegó en su carro tirado por osos polares, de unas frías y lejanas tierras para intentar expandir la gloria de su pueblo. Su aspecto fiero, siendo altos, barbudos y dados a la bebida, los hacían a priori los más preparados para el mundo de la guerra. Como después de fue viendo, no les fue suficiente.
La segunda en llegar fue una dama, si es que se le puede llamar dama. A lomos de un murciélago gigante, volando a ras de suelo, iba la bruja Elphaba de Frex, toda verde como su pueblo, los Munckins de Munckinland. Buscaba un lugar donde encontrar ayuda, pues su reino fue arrasado por un huracán. Creyó que lo encontraría en estas nuevas tierras.
El tercero en aparecer por el nuevo mundo fue Ñoñum “el Degustador”, de Imperio a la Romana. El motivo de su viaje no podía ser menos belicoso: encontrar la máxima especialización en el mundo de la cocina descubriendo nuevos manjares y sabores. A pesar de ello no fue el que menos lucho en los tiempos difíciles que iban a llegar, siempre a lomos de su carnero dorado, con su metro y medio de altura y su sombrero negro de chef.
El último en desembarcar fue Ràmeu de Segarrus de Fontaine, un lord legítimo heredero de la sometida Catlliure. En este nuevo mundo buscaba la manera de liberar a su sometido pueblo, dotarlo de confianza para llegado el momento luchar por lo que era suyo. A lomos de su ruc catalán no dejó de intentarlo jamás.

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